5.6.10

LAS SOMBRAS DE MI ESQUINA

Las sombras de mi esquina eran sombras menos duras:
arañas que dejaron las páginas mohosas de algún cementerio,
carcajadas de bruja rasgando en vuelo la luz polvorienta a las diez de la noche,
monstruos, demonios iguales a la condenación eterna por descubrir qué hacía diferentes a las niñas.

Ocasionales juguetes, crecieron cerca de mí como perros de la calle.

No regresaron.
Eran menos duras.
Antorchas casi fieles de los primeros miedos.

ÓSCAR CORTÉS TAPIA