Cuando se quita usted del labio el epíteto escupiéndolo al rostro de la amada,
siente usted que ha cumplido, hasta que le sale otro, v. gr. de tabaco,
y el proceso se repite ad nauseam.
Lo malo es esa manigua poblada de grillos y leopones, esa insuflación de burbujas en el tuétano
-en una palabra, todo lo que hormiguea, desazona un rato y hace amanecer los lunes
pensando
cómo será que a mis tíos y tías los poetas
les ocurre lo que relatan
y viven para contarlo.
GERARDO DENIZ