15.6.09

LA PLUMA

Es una prótesis, recuerdo del onceavo dedo:
el índice faltante que mencionan las mitologías.
(Encolerizado, un dios analfabeto
lo arrancó de los hombres.
Así castigaba el deseo rebelde:
que repitiesen en la tierra o las vasijas,
la palabra creadora.)

Flamígera en ocasiones culminantes,
irreprochable testigo casi siempre,
la pluma nos despalabra
culpa a culpa, hastío por hastío;
o traza para nosotros
la felicidad momentánea
pero legible.

ÓSCAR CORTÉS TAPIA