21.7.09

EL ESPEJO


Del otro lado,
se levanta un tarareo.
Me asomo al niño que fui.

Mi madre me prepara dulce de frutas interiores.
Mi padre poda el pino que me crece en los zapatos.
Mi madre teje mis dientes de leche en su memoria de madre congénita.
Mi padre me revisa la tarea de copiar sus ojos, de multiplicar sus oídos.

Angosto, de una pieza,
el mundo fue mío.

ÓSCAR CORTÉS TAPIA